El valor esperado está compuesto por el volumen (p. ej. en euros) y la probabilidad de conseguirlo. Por ejemplo, si considera que hay un 50 % de probabilidades de vender un encargo de servicios de asesoría por un total de 25000 euros, el valor esperado resultante asciende a 12500 euros.
25000 euros x 50 % = 12500 euros.
Un nuevo presupuesto (sin probabilidad) no se incluirá en el cálculo, y una oferta ganada se computará con el 100 %. La suma de todos los valores esperados es la facturación esperada en el resumen de presupuestos.